lunes, 28 de julio de 2014

Cultura participativa



A continuación se analiza el vídeo KONY 2012 con base a algunos principios de educación ciudadana. Primeramente se propone la visualización del audiovisual.


El estilo narrativo es simple, con lenguaje común. De hecho se utiliza un nivel de comprensión de un niño sobre el fenómeno, por lo que permite una comunicación efectiva del mensaje, el cual es sencillo de comprensión para la mayoría de las personas.

Me pareció muy interesante la propuesta de hacer famoso a Kony, el rebelde que secuestra niños para proponerlos como gatilleros en Uganda, entre los cuales estuvo Jacob, un niño (ahora adulto) que Jason Russell, autor del corto y la campaña en redes sociales, conoció ha años atrás, y a través de quien conoció la situación de devastación que viven muchas familias en ese país de África Central.

Supongo que un niño y su amigo diciendo que es mejor morir antes que continuar viviendo por las escasas oportunidades que tendrán por su historia de vida apela a todos los mecanismos de sensibilización que un ser humano tiene.

Un amigo, quien es doctor en psicometría, me comentó alguna vez que quien no apela a los sentimientos más nobles al mirar a un niño, sea bebé o pequeño, debería revisar su salud mental. Creo que es más sencillo reconocer una situación de sufrimiento humano cuando está de por medio un niño, de modo que Jason Russell utilizó bastante bien este recurso, proponiendo dos realidades: la de su hijo, un niño que parece crecer en un hogar de cuido, y Jacob, quien tiene una realidad completamente distinta, marcada por los duelos, el dolor y las pérdidas de su humanidad.

¿Cuál fue el éxito según mi criterio? Un ciudadano común y corriente delatando una realidad que afecta a varios niños y que en su momento sencillamente no interesaba como problema político, de modo que no existían propuestas claras para atender la situación y encontrar una solución al flagelo.

En psicología se maneja un concepto que define la acción ante una situación determinada que se vincula, generalmente, a actos violentos: empoderarse. Se trata de considerar acciones específicas para cambiar alguna experiencia que incida sobre el sujeto mismo, su contexto u otro ser humano.

Lo que realizó Jason Russell fue proponer a las personas la posibilidad de tomar poder sobre una situación que si bien no les afectaba directamente, se trataba de seres humanos totalmente iguales a ellos, con sentimientos, necesidades, proyectos de vida pero que consideraban a la muerte (el caso de Jacob y su amigo) como la aliada para escapar de la realidad que tendrían que afrontar de continuar su realidad tal como estaba, y que unidos todos, podrían obligar a la clase política tomar acciones.



El tipo de ciudadanía que propone la propaganda Kony 2012 plantea la cultura participativa, donde el “ciudadano común” es quien participa y se quiebra la jerarquía horizontal, de modo que las relaciones planteadas son horizontales.

La cultura se plantea públicamente, incidida especialmente por las oportunidades que las redes sociales proponen para transmitir las ideas en la actualidad. Sin embargo, tal y como proponen algunos teóricos del aprendizaje como Albert Bandura, se requieren modelos de peso para que una conducta se adoptada (imitada) por las personas, por tanto el vídeo planteó una jerarquía horizontal liderada por personalidades de gran influencia social.

Respecto a la educación ciudadana, la UNESCO plantea un eje transversal que concierne a los Derechos Humanos. Estos son competencia de todas las sociedades y cubre a todos los seres humanos. En este sentido, el mayor desafío que se plantea en este sentido es promover, defender y vigilar para que todas las personas puedan ejercer sus derechos sin importar su etnia, religión, país, cultura, entre otros.

Se trata entonces de educar a los individuos no solo en el conocimiento de sus derechos, sino en los mecanismos sociales e individuales que le permitan ejercerlos de acuerdo a mi percepción. 

Entre estos mecanismos sociales se encuentran las redes de apoyo que pueden encontrarse a nivel de instituciones sociales y grupos de personas que persiguen alguna causa humanitaria, no solamente en la búsqueda de auxilio para la defensa de sus causas, sino ejerciendo alianzas para defender los derechos del prójimo, tal como propuso la campaña Kony 2012, es decir, combatir la cultura de individualidad que muchas tecnologías proponen y promover una cultura que integre al bienestar del tejido social como un fin más que un medio.
 




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